| dc.description.abstract | El manejo inadecuado del estiércol animal representa un problema ambiental y productivo tanto a nivel global como local. Estudios señalan que los excrementos contaminan el agua, el aire y el suelo, además de generar malos olores, proliferación de vectores y emisiones de gases de efecto invernadero como metano y óxidos de nitrógeno. En zonas ganaderas de Colombia, como Túquerres (Nariño), una finca mediana puede producir hasta 1 tonelada diaria de estiércol, y en conjunto la región supera fácilmente las 15,000 toneladas anuales, de las cuales menos del 15% se aprovecha como fertilizante.
La situación se agrava por la falta de infraestructura, maquinaria y conocimientos técnicos para transformar estos residuos en insumos útiles. A pesar de su potencial como abono orgánico, la mayoría de estiércol es dispuesto a cielo abierto o incinerado. Esto genera conflictos sociales, pérdidas de valor productivo y contribuye al cambio climático. | es |